Y me las tragué.
Iban a salir... a chorros. Pero respiré hondo y me las tragué.
Y no quieren salir, se fueron. Como tantas cosas en la vida.
Sentí que ahí venían.
Como el presentimiento de una mala noticia,
como cuando imaginas que tu mamá se muere.
Iban a salir... desde el pecho. Eran de verdad.
Pero me las tragué.
Eran de algo nuevo, no de lo mismo de siempre.
Merecían salir, esta vez sí.
Se habían ganado su momento.
Y aún así, me las tragué.
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